Muy canchero, pero sencillo a la vez. Con una camisa y un pantalón de jeans, Luciano Pereyra llegó a El Doce para charlar un rato en Confesiones en el Camarín con Silvia Pérez Ruiz.
Con tan sólo nueve años se presentó en el programa de Xuxa a cantar “Sólo le pido a Dios” de León Gieco. Diez años después, se lució ante frente al Papa Juan Pablo II en el Vaticano, donde millones de personas lo escuchaban y disfrutaban de su voz. Hoy todo lo que toca es oro y se convirtió en un artista que brilla en cada escenario.
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El cantante nacido en Luján se presenta el 21 de octubre en el Orfeo en el marco de su gira por su nuevo disco “La vida al viento”. Un álbum lleno de canciones románticas y de música urbana: “Creo que fue sumarle a mi folklore lo que yo venía haciendo. Sumarle estos géneros que se escuchan constantemente y por qué no fusionarlo con lo que yo traigo de esencia que es el folklore”.
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A pesar de que el romanticismo es la característica principal de su reciente disco, Luciano Pereyra asegura que en el amor no está tan bien: “Estoy solo, no hay vida en pareja. Hay mucho trabajo con la música. Aún no ha llegado el amor. No es momento”.
Pero el momento más emotivo llegó cuando recordó a su padrino, Horacio Guarany. “La vida al viento” es su primer disco sin la presencia de este artista tan querido en nuestro país.
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“Es lo que extraño, tenerlo en un momento tan importante como es la salida de un disco. El momento de compartir lo que nos gustaba escuchar”, aseguró. Tenían una relación de padre a hijo y no se olvida lo que hacía cada vez que regresaba de una gira. ¡No te pierdas esa hermosa confesión!
Luciano Pereyra se animó a someterse a los siete pecados capitales. Mirá qué dijo: ¿es más soberbio que lujurioso?