En octubre pasado, Victoria Vannucci y su marido, Martín Garfunkel, fueron protagonistas de un escándalo que provocó rechazo y muchas críticas a través de las redes sociales. Se viralizaron fotos en las que se los veía cazando animales en África y posando como si fueran trofeos.
Después de varios meses volvieron a ser noticia y nuevamente por otro hecho polémico. La modelo tenía un local de lencería erótica y sadomasoquismo en la zona de Recoleta, Buenos Aires. Según trascendió, los conjuntos costaban más de 12 mil pesos porque las telas eran de Italia.
Sin embargo, parece que no funcionó como lo esperaba. Por eso, desde Miami, donde se encuentra viviendo con su pareja, decidió cerrar el negocio de forma impensada. A través de un comunicado por WhatsApp, les informó a sus empleados que quedaban sin trabajo.
Además, en el escrito se puede leer que les ordena varias tareas y les pide que cuiden la ropa interior con total delicadeza. Sin embargo, nunca aclara cómo va a realizar los procedimientos legales de indemnización. "Trabajemos en equipo", concluyó.
+ El mensaje completo:
"Aprovecho para decir que la boutique va a cerrar sus puertas al público y agradecer el trabajo hecho. Como ya habíamos hablado anteriormente se hace muy difícil la situación en Argentina con los impuestos.
Ahora bien, necesito la colaboración tanto tuya como de (el nombre aparece borrado para preservar la identidad de los trabajadores) para que me den el stock y guarden todo en cajas bien cuidadas las prendas y por líneas. La custodia está al tanto y va a ayudar al desarme. Y tienen un inventario compartido con el dueño del local para que todos sepan cuáles son mis cosas (ya que lo arme desde 0). Es muy importante que todos trabajemos en equipo".