Un chofer de la empresa de transporte urbano Ersa fue baleado en la madrugada del miércoles cuando iba a trabajar. Estaba en la esquina de Baltimore y Mayor Fernando Juan Casado, en barrio Santa Isabel Segunda Sección, cuando fue sorprendido por delincuentes.
Eran las 4:30 cuando se encontraba esperando el colectivo interno, al que llaman “el rondín”, para ser trasladado a punta de línea y comenzar su jornada de trabajo. En ese momento, observó que se acercaban dos jóvenes con actitud sospechosa.
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Comenzó a alejarse, pero se dieron cuenta. “Cuando los vi, corrí y no vi nada más”, expresó en Arriba Córdoba aún en estado de shock. Los ladrones abrieron fuego. El chofer saltó la reja de una casa para resguardarse, pero se le venció la pierna y recibió un impacto de bala.
Aseguró que “por más que les entregara sus pertenencias, le iban a disparar igual”. No descarta que sean menores de edad. “Lamentablemente son personajes de la zona y uno anda con miedo, ya conoce la zona roja”, agregó.
La víctima recibió asistencia médica. Por la herida, le hicieron cuatro puntos. La bala quedó alojada a tres centímetros de las arterias.
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A pocas cuadras asesinaron a Silvia Apaza
El 10 de junio de 2020, la mujer de 31 años salió de su casa ubicada sobre Ballesteros 5.400 en barrio Congreso y se dirigió a la parada del colectivo para ir a trabajar.
Dos motochoros la sorprendieron a punta de pistola para robarle el bolso. Le dispararon directo a la cabeza. Fue a quemarropas.
Un presunto delincuente quedó detenido. Pero tres semanas después del crimen recuperó la libertad. Las sospechas contra el hombre fueron perdiendo fuerza a medida que avanzó la investigación. Estaba acusado por homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego.
Pasaron dos años y aún no hay culpables ni detenidos.