Cuando el equipo de Moet Hennessy Argentina te invita a vivir una experiencia, prepárate.
Porque apenas aterrizas donde te citan, no sabes si allí se va a filmar una superproducción de Spielberg, de Coppola o cualquier otro genio del cine, o si te van a sorprender con uno de esos mega eventos al que nos tienen acostumbrados, en un paisaje bucólico, rodeado de cordillera, nieve y viñedos.
En Cepas de Plata, un terroir de la región de Tupungato, Valle de Uco, con un sol mendocino único, asistimos junto a periodistas de todo el país, a la presentación del nuevo Barón B Heritage 001.
Apenas 4000 botellas de una edición exclusivísima de un espumante brut nature distinguido, de otra dimensión, porque está elaborado con tres añadas diferentes, bajo el concepto global de “conquista de las alturas”.
En cada botella de esta edición única que cuesta $ 5400, se conjugan cosechas como la del 2001 de la Finca Caicayen, 2011 del Clos de Finca Cepas del Plata, y 2015 de Finca El Espinillo, enclavadas en alturas que van de los 1250 a los 1650 metros sobre el nivel del mar.
Aquí hay burbujas que se caracterizan por su elegancia y sofisticación con una fineza que está a la altura de los mejores champagne del planeta.
El saber hacer del experimentado equipo que trabaja en Moet Hennsey se expresa a lo largo de este proyecto que demandó muchas catas comparativas a ciegas evaluándolo frente a decenas de los mejores espumantes del mercado.
En definitiva, el Barón B Heritage 001 se convierte en un homenaje al pionero de Chandon en Argentina, el barón Bertran de Laudoucette, un visionario que en 1959 supo que en aquellos suelos desérticos de Agrelo iban a nacer las uvas con las que se elaboran los espumantes que año a año marcan tendencia en Argentina.
La historia de Baron B
El barón Bertrand de Ladoucette fue un hombre visionario, audaz y emprendedor. Heredero de una familia noble de Francia, fue a su vez un líder humilde, apasionado y profundamente humano, que no dudó en dejar el confort de su castillo y negocio en Francia para seguir su convicción y su sueño: elaborar espumosos excepcionales al nivel de los mejores del mundo.
Corría el año 1959, Agrelo, en Mendoza, era poco más que un desierto inhóspito y helado, sin caminos, sin teléfonos. Allí, con su propia determinación como única compañera, el Barón Bertrand de Ladoucette, hizo algo mucho más trascendente que crear un espumoso. Creó un legado de sabiduría, esfuerzo y humildad, que todavía se respira en el aire de nuestros viñedos, que se refleja en cada cosecha y hace que cada botella sea única e irrepetible.
El legado del Baron unió para siempre el centenario savoir-faire de la champagne francesa con la potencialidad del terroir cordillerano cuyos mejores secretos, se irán descubriendo cuando los centinelas actuales de la marca decidan que salgan a la luz.
Más de medio siglo después de su creación, Baron B motiva hoy el orgullo de quienes hacen el espumoso más selecto y exclusivo de Argentina. Heredero de un espíritu de burbujas, Baron B es un homenaje a un hombre, a su nombre y a su historia.