Una interna de importantes dimensiones se desató en la Cámara Federal de Apelaciones, el principal órgano de la Justicia Federal en Córdoba. Todo comenzó con la presentación que tres camaristas realizaron contra otros dos camaristas, que tendrían una relación de pareja.
De acuerdo al planteo que llegó hasta la Corte Suprema de la Nación, el presunto vínculo entre la presidenta de la Cámara, Graciela Montesi, y uno de sus integrantes, Abel Sánchez Torres, afectaría la independencia que ambos deben mantener en los temas que atienden.
Este miércoles, inclusive, aparecieron afiches del gremio de la Unión de Empleados Judiciales Nacionales "repudiando" esa supuesta relación. "Falta independencia entre los jueces, son pareja", se leyó en las paredes.
Planteo rechazado
La Corte Suprema rechazó la presentación por cuestiones formales. Además, indicó que el reclamo "pone de manifiesto una actitud teñida de subjetivismo e invasiva de la intimidad que es ajena, por cierto, a la prudencia, circunspección y mesura que son componentes indispensables de todos los actos de un magistrado". En otras palabras, los jueces de la Corte rechazaron analizar el presunto vínculo afectivo entre los camaristas señalados.
Este fallo generó el rechazo de los denunciantes. Luis Rueda, juez de la Cámara Federal, reprochó que la Corte "no dice absolutamente nada sobre si está bien o mal de que una pareja y/o matrimonio integren un cuerpo colegiado". "Los jueces tenemos la obligación moral y legal de ser independientes entre nosotros", argumentó visiblemente molesto.
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