Las pericias realizadas al respirador en el marco de la investigación por la muerte de Sol Arbach durante una cirugía por el rechazo de un implante mamario, concluyeron que el aparato funcionaba correctamente.
Así lo consigna un informe que la fiscalía de la doctora Jorgelina Gutiez encargó a dos ingenieros especialistas en biomedicina.
En fuentes cercanas a la investigación, esto confirma un dato que la fiscalía ya tenía, por lo que se consigna en las planillas de control del aparato que se secuestraron en la clínica del doctor Cinelli, ni bien se produjo el deceso de al joven de Alta Gracia a fines de julio pasado.
Una vez que quedó demostrado que el respirador funcionaba correctamente al momento de la cirugía, el próximo paso de la investigación es establecer si se pudo haber producido alguna mala praxis en la información que la anestesista cargó en el aparato de acuerdo a las características físicas de la paciente.
Ahora la investigación se orienta a realizar una pericia sobre la actuación de los dos profesionales médicos que intervinieron en la cirugía: el cirujano Javier Romero Reyna y la anestesista Maria José Ledesma.
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En esta etapa procesal clave intervendrán nada menos que doce peritos médicos. Cuatro peritos oficiales, otros cuatro peritos en representación del querellante, el viudo de Sol Arbach, y los restantes cuatro peritos puestos por los abogados del cirujano interviniente, Romero Reyna y la anestesista.
El cuerpo de peritos oficiales está integrado por el médico que practicó la autopsia a Sol Arbach, un médico cirujano, un cirujano plástico y un anestesita.
La doctora Gutiez le dio un plazo de 30 días para que elaboren un informe con las conclusiones de cada parte, que, obviamente, pueden dictaminar por separado.
La investigación tiene su grado de complejidad, partiendo de la base que después que la cirujía que se complicó en la clínica del Cerro, la paciente fue traslada al Sanatorio Allende porque había aparatología de mayor complejidad.
Es decir, que si tenemos en cuenta que ingresaron muchos profesionales para brindar asistencia en esos momentos dramáticos, se calcula que unas 50 personas participaron de una y otra manera en las maniobras de reanimación. Todas ellas deben ser tenidas en cuenta por quienes llevan la investigación adelante.
Por el momento, no hay imputaciones en la causa. Por lo tanto, no fueron indagados los doctores Romero Reyna y Ledesma.
Eso ocurrirá cuando la doctora Gutiez tenga configurado perfectamente el hecho en base a la pericia médica faltante.
Por los testimonios que pudieron recoger en la fiscalía habría quedado en claro que el médico Romero Reyna no abandonó en ningún momento a la paciente hasta su deceso.