Ángel Leopoldo "Pato" Cabrera (51) fue condenado a dos años de prisión efectiva luego de ser encontrado culpable por lesiones leves calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género; como así también por lesiones leves calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género y hurto, en concurso real.
Su expareja Cecilia Torres Mana lo denunció por hechos de violencia ocurridos en 2016 y 2018. La jueza Mónica Traballini hizo lugar al pedido de la fiscal Laura Battistelli y aplicó la perspectiva de género en el veredicto final, que se conoció el pasado 7 de julio.
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A un mes del juicio, la Cámara en lo Criminal y Correccional de 2° Nominación de Córdoba dio a conocer los fundamentos del fallo: allí quedó aclarado por qué el golfista cordobés deberá permanecer en la cárcel de Bouwer por dos años.
Para Traballini, no podía "pronosticarse que Cabrera no volverá a cometer delitos" debido a sus consecutivas conductas de violencia de género, pese a los reiterados pedidos de la Justicia para el cumplimiento de los tratamientos impuestos como así también de las medidas restrictivas.
La magistrada concluyó que la “actitud posterior al delito” se materializó en nuevos hostigamientos, amenazas e insultos hacia la mujer y su círculo íntimo. Al tiempo que sostuvo que Cabrera "hacía alarde" creyéndose impune por ser figura pública y tener contactos con personas poderosas.
"Las evidencias exhibieron ataques a la integridad física de la mujer, intimidaciones, privaciones de la libertad, conductas controladoras, intrusión en sus redes sociales, violencia económica y un trato denigrante, entre otros aspectos", indicó la jueza en los fundamentos.
Siguiendo la perspectiva de género, Mónica Traballini insistió en que deben ser erradicados aquellos prejuicios o estereotipos acerca de las características y roles que se adscriben a hombres y mujeres. Sobre esto, consideró que reforzarlos o institucionalizarlos genera y reproduce la violencia.