Enrique Ezequiel Barberis, de 23 años, fue condenado a cuatro años de cárcel por abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa. El joven trabajaba como seguridad en el boliche Ciro de Villa Nueva.
En junio de 2018 una mujer que asistió al local bailable lo denunció por intento de violación. “Hubo manoseos y algo más que no era consensuado. Fue un intento de abuso”, le reveló el fiscal de cámara Francisco Márquez a Radio Show.
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Además de ser patovica, el condenado también trabajaba como remisero. Cumplía prisión preventiva desde septiembre: aceptó los cargos y tuvo un juicio abreviado. Recibió la pena mínima gracias a haber confesado los hechos.
Según el relato de la víctima, el acusado intentó abusar de ella en la zona de los baños. Mientras la forzaba a sacarse la ropa, un grupo de jóvenes vio la situación e intercedió, impidiendo un peor ataque.