Hace 24 años que el cordobés Víctor Saldaño se encuentra en el “corredor de la muerte”, tal como se conoce la cárcel de Houston, Texas. En julio de este año, su abogado Jonathan Miller –representa al Gobierno argentino- presentó ante los tribunales de Estados Unidos un último recurso para que revisaran la situación.
Sin embargo, la Corte Suprema de ese país denegó la apelación y no aceptó tomar su caso. Ante esta decisión, los caminos para evitar la ejecución se cerraron y resta que evalúen cómo será el final de su vida: la sentencia podría ser por medio de una inyección letal.
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Saldaño le había anticipado a su mamá que sería en este mes. Sin embargo, aún no designaron una fecha. Miller aseguró a La Nación que “lo normal sería pedir clemencia”. “Es probable que haya otras ejecuciones que se van a realizar primero antes de que pongan una fecha para Víctor”, agregó.
La mamá de Víctor Saldaño, en diálogo con este medio, sostuvo que “la pena de muerte que le impusieron es injusta”. Además, insistió en que iba a luchas hasta lo último para sacarlo de ahí.
El 25 de noviembre de 1995, el cordobés junto a su amigo mexicano Jorge Chávez asesinaron de cinco disparos a un comerciante estadounidense. Cuando Saldaño quedó detenido, lo encontraron con el reloj de la víctima y el arma homicida. Su compañero confesó y fue condenado a muerte. Víctor lleva esperando 24 años la inyección letal.