El crimen de Diego Román conmocionó a todo el país y sobre todo a Recreo, la localidad santafesina de 12 mil habitantes donde vivía. El viernes pasado, hallaron el cuerpo del niño que había desaparecido dos días antes. Su cuerpo estaba desnudo y presentaba al menos 30 heridas de arma blanca.
Mientras se investiga el hecho -por el que aún no hay detenidos-, el testimonio que dio el jefe del Cuerpo Médico Forense de Santa Fe, luego de realizada la autopsia, es una prueba de la brutalidad del asesinato.
"Yo tengo más de tres mil autopsias en mi carrera y no he observado ningún caso como este", aseguró Pascual Pimpinela en diálogo con Aire de Santa Fe. "En mis más de 20 años de carrera, no tengo casos registrados así. Para mí es un caso único que merece toda la investigación científica del tema, más allá del hecho criminal", añadió.
Entre las heridas, el autor -o los autores- del hecho le mutió algunas partes del cuerpo, entre ellas en la zona genital. "Tenía zonas de mutilación, inclusive en la zona del pene, lo cual ha sido difundido", señaló Pinpinela.
"Estos casos se observan solamente en esas guerras de los cárteles de Centroamérica, en México, pero acá lo que saca de eje es el tema de que es un menor. Estas cosas se ven entre adultos cuando por lo general no solo la cuestión es auspiciar la muerte sino dejar un mensaje. Pero no en menores"