Ángel Zaragoza es correntino y vive en Jesús María. Trabajaba más de 12 horas por día como remisero. A ese trabajo lo hizo durante años. Ingresó en un curso de programación, sus buenas calificaciones llamaron la atención de la empresa que desarrolla software y, ahora, desde su casa trabaja para el mundo. Sus ingresos se duplicaron.
“Tengo 40 años y nunca es tarde para hacer lo que uno le apasiona”, aclara Ángel. Sus días eran de largas jornadas al volante. “Me levantaba todos los días a las 5 de la mañana, terminaba dolorido y cansado”, recuerda. A través de la municipalidad ingresó a una capacitación de la UTN (Universidad Tecnológica Nacional). Al poco tiempo de terminarlo, le proponen completar su formación en La Fundación Tecnología con Propósito. Era una capacitación que le abrió las puertas de una consultora multinacional de software.
El Santex Academy, el curso que realizó Ángel, se trata de un programa intensivo virtual de cinco meses sobre prácticas tecnológicas específicas que demanda el mercado. El buen desempeño de Ángel le dio la oportunidad de poder calificar para ingresar como programador en la empresa.
“Fue un cambio de 180 grados. Actualmente, gano mucho más dinero, hago lo que me encanta y desde casa”, destaca el correntino. Ya no pasa largas horas arriba de su taxi para conseguir un porcentaje de la recaudación del día. Además, cuenta con un salario mensual y una cobertura de salud de primer nivel. “Ahora, cuando me suba a un auto será para viajar, no para trabajar. Podré ir a visitar a mi hija más días”, proyecta Zaragoza.
+ VIDEO: La historia de Ángel:
En su nueva compañía comenzó trabajando en mantenimiento de una plataforma de seguros de transporte y al poco tiempo lo sumaron a otros proyectos que involucran software para una inmobiliaria, relacionándose con trabajadores de otras partes del mundo.
El esfuerzo por superarse de Ángel y el acompañamiento de la fundación sin fines de lucro demostraron que se pueden conseguir trabajos de calidad y con proyección. Zaragoza busca que otros sigan su camino. Considera que en su actual empresa su “crecimiento profesional no tiene techo” e incentiva a todos a cumplir sus metas. “Si uno se propone, todo el mundo puede llegar”, concluye.
Angel pudo insertarse en el mundo laboral del software gracias a la vinculación del sector privado, el público y el social. En la actualidad hay otras vacantes abiertas y localidades que dan formación gratuita para todos los interesados que tengan una base de conocimientos tecnológicos.