Tres denuncias constan en la Justicia en contra de Ricardo Rafael Bottone (61), el hombre que asesinó a su propia hija, Milagros Bottone (23), y luego se suicidó. A pesar de los antecedentes, nunca estuvo detenido.
En el mismo domicilio del ataque estaba la expareja del agresor y madre de la chica fallecida. Ni bien se descubrió el horror en la vivienda de General Paz al 3000 del barrio de Alta Córdoba, la familia manifestó que habían realizado múltiples advertencias para que se tomaran medidas.
La fiscal general adjunta de la provincia, Bettina Croppi, afirmó en Telenoche que la primera denuncia la formuló la exesposa de Bottone en octubre de 2021. La segunda en noviembre del mismo año. Y la tercera la presentó la hija del hombre en el año 2022.
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En base a informes del fiscal Gerardo Reyes que investiga el caso, Croppi sostuvo que en la primera denuncia surgieron "situaciones de violencia económica" y el expediente pasó a un juzgado de niñez, adolescencia, familia y género.
Según la funcionaria judicial, en ese entonces le otorgaron a la denunciante un botón antipánico, mientras que para el agresor ordenaron una restricción de acercamiento y le se secuestraron armas.
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Informó que en noviembre de 2021 la ex de Bottone denunció un incumplimiento de la perimetral y el hombre fue imputado de desobediencia a la autoridad.
Milagros Bottone.
La última presentación la formuló Milagro, quien declaró sobre una discusión en la que su padre la amenazó. A raíz de esta situación, se agregó la acusación por amenazas simples.
Croppi señaló que "estas denuncias no justifican ni ameritan la detención de una persona". "No podemos detener a una persona por un delito de desobediencia a la autoridad, cuyo máximo de pena es 15 días de privación de la libertad", justificó.