Llevó “brownies especiales” a sus compañeros de trabajo y, quienes accedieron a probarlos, sufrieron intoxicaciones. Algunos debieron ser asistidos por servicio de emergencia y hasta hospitalizados. Ocurrió en las oficinas de Grupo Konecta, un call center ubicado en la Galería San Martín, pleno centro de la ciudad de Córdoba.
En las últimas horas, se conoció que el joven de 25 años quedó detenido por la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) luego de un allanamiento en su vivienda, con dirección Javier Pons en barrio General Mosconi, en la zona noreste de la Capital.
El operativo fue ordenado por Carlos Cornejo, el fiscal de Lucha Contra el Narcotráfico. En el domicilio encontraron marihuana (105 gramos) y restos de cannabis en utensilios de cocina, entre otros elementos relacionados con el fraccionamiento de droga.
+ MIRÁ MÁS: Se intoxicó con “brownies especiales" y reveló las sensaciones que tuvo
Según indicaron fuentes judiciales, cuando personal del Equipo de Acciones Tácticas (EAT) de la FPA, el acusado intentó deshacerse de la marihuana arrojándola por el inodoro. El accionar fue fotografiado por la fuerza de seguridad.
Finalmente fue arrestado y quedó imputado por el delito de tenencia simple. Aún esperan los resultados de las pericias químicas de las sustancias que contenían los brownies.
Las versiones de los empleados del call center
Según relató Patricia Barrera, delegada del call center, a El Show del Lagarto, su compañero les comentó que "compró la premezcla en un cotillón y preparó el producto". De los 13 trabajadores que estaban en su área, al menos seis habrían probado los brownies. Aseguran que los análisis toxicológicos dieron positivo en cannabis.
Noelia, otra trabajadora que sufrió intoxicación, contó a Noticiero Doce que aceptó una porción del bizcochuelo -según contaron, es habitual entre los colegas llevar alimentos para compartir-. "Lo sentí medio raro, tenía un gusto amargo y me dio la sensación de que tenía nueces. Como no me gustaba lo terminé tirado”, recordó.
Media hora después de haberlo consumido, contó que se mareó, dejó de sentir los brazos, las piernas y la boca. “El cuerpo me dejó de responder, no lo podía manejar. Era como que me caía a un pozo y volvía, como si me desvaneciera”, detalló.