Roque Benito Arraigada, empleado municipal con un cargo dependiente de la Subdirección de Obras y Mantenimiento de la Secretaría de Planeamiento e Infraestructura, y que trabajaba como agente en el CPC de barrio Empalme, fue despedido por Ramón Mestre el pasado 3 de diciembre, durante los últimos días de su gestión.
El ahora ex trabajador estaba con libertad condicional ya que había sido condenado por violación en 2011. Ahora recibió ahora una segunda pena de cárcel, pero esta vez por “portación de arma de fuego de guerra sin autorización legal y resistencia a la autoridad”.
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El caso fue expuesto por La Voz. La nueva condena a Arraigada ocurrió el 06/10/2017, pero recién ahora quedó firme: fue sentenciado a cuatro años de prisión. En la sentencia anterior recibió una pena de cinco años y ocho meses, pero dejó la cárcel cuando aún le restaban dos años, dos meses y 29 días para cumplir la pena.
Aquella condena, dictada el 06/04/2011, fue por “abuso sexual gravemente ultrajante continuado, abuso sexual sin acceso carnal en concurso real y abuso sexual con acceso carnal en forma continuada”. De todas maneras logró obtener el beneficio de la libertad condicional tras cumplir apenas tres años en prisión.
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Pese a su situación judicial Arraigada formaba parte de la planta de la Municipalidad de Córdoba. Tras quedar firme la nueva condena, el culpable debe volver a la cárcel y el gobierno municipal lo despidió amparado en la ley.
De todas maneras, el condenado obtuvo el beneficio de unificar ambas penas y sólo pasará cuatro años en prisión, dejando atrás la condena pendiente por el hecho de violación.