Camila Borda tenía apenas 11 años y este domingo, lamentablemente, su nombre se multiplicó en todos los medios del país: la pequeña salió a comprar el pan y apareció asesinada en Junín, con una bolsa en la cabeza y un cable en el cuello.
Pocos momentos después cayó el principal acusado por el crimen. Carlos Varela, de 40 años, se negó a confesar el homicidio pero tampoco lo negó de manera contundente.
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Lo cierto es que la investigación lo complica demasiado y una de las líneas es su actividad en las redes sociales. El accionar era terrible y escalofriante: tenía tres perfiles en Facebook, en los cuales la mayor parte de "amigos" eran mujeres menores de edad. Además, entre las diferentes fotos de perfil y de portada que utilizaba, Varela eligió una de una niña cuya identidad se desconoce.
Detención y furia
Ante la bronca que despertó el asesino entre los vecinos de su casa y la comisaría de Los Toldos donde está detenido, la fiscalía pidió a familiares y amigos de la víctima que mantengan la calma para llegar a "una condena ejemplar". Por el momento está imputado por homicidio agravado y podrían condenarlo a prisión perpetua.