Pablo García es cordobés. Es ex combatiente de Malvinas y está varado en el exterior, como los miles de argentinos a los que la cuarentena los agarró lejos de sus hogares.
Con 58 años y recién jubilado, Pablo se subió a una moto para cumplir el sueño de su vida. Llegar a Alaska, bajando antes a Ushuaia.
El 8 de diciembre salió desde Córdoba y la cuarentena lo encontró en Perú.
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Desde allí habló con el El Doce y relató la odisea que está viviendo hace más de 50 días. "El pico de la pandemia me agarra en Lima, entonces decidí regresar y llegar a la frontera con Argentina, que no pude cruzar y quedé varado en Desaguadero, una pequeña localidad ubicada al norte de Perú, en el límite con Bolivia, muy cerquita del Lago Titicaca", relató.
Desde ese día Pablo duerme en un hotel que no funciona como tal, ya que permanece cerrado. Él y otros cinco argentinos hicieron un acuerdo con la dueña para poder vivir allí, cocinarse lo poco que consiguen y encargarse de la limpieza del pequeño edificio. Pero el miedo los invade pensando en que en cualquier momento pueden quedar en la calle.
"La ansiedad que estamos teniendo va más allá. Estoy durmiendo dos horas por noche. La noche es largúisima dura trece horas. Encima estamos a 3.800 metros de altura. Se dificulta el oxígeno, es difícil dormir y hacer todo, para nosotros que no estamos acostrumbrados a esto", contó angustiado.
Como ex combatiente, Pablo no puede dejar de comparar lo que le está tocando vivir con la guerra. "En este momento me siento más abandonado que en Malvinas", manifestó con tristeza.
"Malvinas era muchísimo más grave, pero acá estamos en otra guerra"
"La situación no se compara en un montón de sentidos: era la guerra, el pozo, el agua, la humedad, el hambre, la incertidumbre. Era muchísimo más grave, pero acá estamos en otra guerra. Hay muchísimo peligro por la enfermedad que crece cada día más en Perú y por el sistema de salud que es muy precario acá. Hay enfermos, embarazadas de ocho meses, personas que se pueden enfermar de lo que sea y no hay quien lo cubra", expresó.
Sin respuesta del gobierno
"Los cinco hemos hecho los trámites en Cancillería, hemos entrado a la página y dejado nuestros datos, hemos pedido ayuda, pero nunca nos contestaron. Hemos mandado mails, mensajes de Whatsapp", indicó.
"Después de 50 días hay gente que no puede costearse un avión. La gente que tenía dinero, pudo pagarse un avión y ya salió", añadió.
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"Hace 50 días que estamos resistiendo como podemos. Los chicos de Santa Fe comen con un sol por día, un arroz y punto, es muy complicada la situación. El mensaje es para todos. Políticos, cancillería, embajada... que vean un poco la realidad. La realidad es ésta: gente abandonada", lamentó Pablo.
Mirá su testimonio completo publicado en el canal de El Doce en Youtube: