Rubén Lione encerró a un matrimonio y sus hijos de 10, 6, 5 y 1 año, en una casa rural de La Playosa. Le puso cadenas, candados a las puertas y trató de burlar una inspección laboral, el pasado 8 de febrero.
La maniobra le costó caro. Los inspectores preguntaron que había adentro de la casa. Les habría dicho que guardaba elementos de trabajo pero desconfiaron y lo obligaron a abrir las puertas. Grande fue la sorpresa, cuando encontraron a los trabajadores rurales y sus pequeños hijos.
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Lione quedó detenido. Lo acusaron de privación ilegítima de la libertad. “Es muy doloroso encontrar estas situaciones, es gente de Santa Fe que vino en busca de trabajo. No solamente fueron privados de su libertad, sino que también podríamos considerarlo como trata de personas y explotación”, dijo Jerónimo Pérez, delegado de UATRE Villa María.