El violento episodio sucedió en Esteban Echeverría, Buenos Aires, cuando organizaron una fiesta clandestina convocada por las redes sociales.
En plena madrugada comenzaron a los tiros por lo que llegó la Policía a la casa donde se llevaba a cabo la reunión.
En la vereda de enfrente, se encontraron con un joven inconsciente tirado en el piso junto a una moto. Tenía un balazo en el abdomen.
A los pocos metros, en el patio delantero de una vivienda lindera los efectivos encontraron a otro herido de bala, un joven oficial de la Policía de la Ciudad de 21 años identificado como Camilo Farías que portaba su pistola reglamentaria.
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En su declaración, este efectivo dijo que había sufrido un intento de robo y que, al intentar evitar que se llevaran su moto, se desató el tiroteo en el que él mismo resultó herido, así como también otros dos sospechosos.
Pero varios testigos aseguraron que no existió ningún asalto, sino que en realidad se trató de una pelea por otros motivos.
Según una fuente cercana a la causa, Elian Jeremías Bahamonde, el primer joven herido con el que se cruzó el patrullero, había asistido a la fiesta acompañado por su amigo policía, Farías, y otras cuatro personas.
En medio de la noche y tras un consumo excesivo de alcohol, Bahamonde orinó en la cama y sobre el televisor del dueño de la casa y tanto él como el oficial fueron echados del lugar. Pero volvieron dispuestos a tomar revancha a los tiros.
Yahir Ayala, de 21 años, fue la primera víctima fatal de la noche con un disparo en el pecho. En tanto, Behamonde, quien desató la pelea y recibió un balazo en el abdomen, murió horas después en el hospital.
Otros dos jóvenes que participaban de la reunión resultaron heridos y permanecen internados. A su vez, el policía y su amigo también fueron baleados. El efectivo se negó a declarar y seguirá preso.