La administradora del lugar donde Marina y María José estuvieron dijo: "hablaba más con la alta, la de cabello negro. Pero eran unas niñas muy tranquilas. Por acá pasa mucha gente que viene a perderse, a buscar alcohol, diversión desmedida. Pero ellas eran diferentes. Todos los días llamaban a sus familias y se sentaban aquí para hablar con ellos", comentó al diario ecuatioriano El Comercio.
Después de 11 días en ese lugar, las chicas mendocinas se despidieron, tomaron sus mochilas y dejaron el hostal al mediodía del lunes 22 de febrero.
"Nunca me dijeron que no tenían dinero. Si era así, hubiera dejado que se quedaran unos días más, como ya hemos hecho con otros huéspedes que esperan hasta que les hagan una transferencia", explicó.
Marina Menegazzo y María José Coni compartían una habitación en el hostal ubicado cerca de la Casa Comunal de Montañita. Pagaban 10 dólares por día por un cuarto chico, con ventana a la calle, una cama sencilla y un pequeño lavamanos que estaba pegado a la pared. Además tenían libre acceso a la cocina, donde preparaban hamburguesas y ensaladas de frutas que vendían casi a diario en la playa.
Los familiares de las jóvenes ya están en Ecuador y la madre de María José, Gladys, dijo: "Nosotros de este pais no nos vamos hasta que ésto haya sido esclarecido", afirmó la mujer, para quien todavía hay demasiadas irregularidades.
Si bien las autoridades ecuatorianas aseguran que hay pruebas que incriminan a los detenidos y que las mendocinas fueron víctimas de un ataque sexual, la familia descree de esa versión.
"Pensaban que se iban a encontrar con una mamá quebrada y no es así", aseguró Gladys y pidió a los argentinos que no los abandonen en su lucha para que se haga justicia.