Una mujer de 31 años llegó el martes al mediodía a una escuela pidiendo auxilio. A las docentes del establecimiento les reveló que su expareja la golpeó y la tiró a un pozo. Señaló que el hecho ocurrió en su casa de barrio La Toma, donde vive con cinco hijos menores de edad.
Desde el colegio pusieron en conocimiento del caso a la Policía y momentos después detuvieron al acusado en un operativo cerrojo. Se trata de Sebastián Varela (33), quien fue imputado de privación ilegítima de la libertad calificada y lesiones leves calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género.
+ MIRÁ MÁS: Murió un nene de 4 años por neumonía y la familia denuncia mala praxis
La investigación es desarrollada por la Fiscalía de Violencia Familiar de Quinto Turno, a cargo de María Celeste Orta Córdoba. Fuentes judiciales confirmaron que Varela tenía una orden de captura del año 2019 por tentativa de homicidio.
El acusado es expareja de la víctima, con quien comparte cinco hijos de entre 1 y 11 años, señaló el Ministerio Público Fiscal (MPF).
Escapó del encierro
La mujer atacada denunció que el agresor "la mantuvo encerrada en absoluta oscuridad por aproximadamente 30 minutos", revelaron los investigadores.
Advirtieron que la víctima fue arrojada a "un pozo de fabricación casera que se encuentra debajo de la cama en su casa". Explicaron que el hueco "está muy bien disimulado por su homogeneidad con los cerámicos del piso".
Cuando la denunciante logró alertar lo sucedido, comentó que el lunes ya había padecido otro episodio de violencia de género por parte de Varela.