Roberto Carlos Rejas, un exagente del Servicio Penitenciaro, condenado a prisión perpetua por el femicidio de su expareja y el crimen de su hijo, se fugó recientemente del lugar donde estaba alojado en Tucumán.
La Policía y la Justicia desplegaron un gran operativo de búsqueda para dar con el paradero del asesino. En ese contexto, se baraja la posibilidad de rematar las casas de sus padres en caso de no entregarse. Además, le podrían embargar los sueldos de sus dos hermanas que trabajan en la Policía Federal.
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Rejas fue condenado por el asesinato en 2016 de Milagro de los Ángeles Avellaneda, de 26 años, y Benicio, su hijo de 2. El hombre se había escapado de la Dirección General de Bomberos de la Policía de Tucumán, mientras se encontraba detenido a la espera de su traslado a un penal.
Silvia Furque, abogada de la familia Avellaneda, contó que la familia del condenado puso sus bienes como garantía de que èl siempre respetaría lo acordado por la ley.
“A fines de 2018, cuando recupera su libertad y sale de Villa Urquiza, el juez le fijó una caución de un millón de pesos a fin de asegurarse que se presentará siempre a tribunales cuando la justicia se lo solicite”, dijo en una entrevista con la periodista Mariana Romero. Y agregó: “La familia cauciona con la vivienda de los padres de Rejas”.
Quienes también quedaron comprometidas de que Rejas siempre se presente ante los tribunales, fueron sus hermanas a través de una caución personal. Las mujeres dejaron sus recibos de sueldo como garantía y ahora los tienen comprometidos.
La abogada de las víctimas ya pidió que se ejecute la medida, según publica Clarín. Esto quiere decir que, si Rejas no se presenta en 10 días, sus padres podrían perder su casa y las hermanas sus salarios.