La Justicia de Córdoba ordenó que una mujer de la comunidad islámica pueda rezar junto a los hombres en el mismo espacio de una mezquita, tras los impedimentos del actual imán del templo. El sheik no permitía que la implicada orara o compartiera alimentos con los varones.
El Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 4° Nominación tomó la decisión luego de considerar que el límite para el ejercicio del derecho a profesar una religión está dado por el orden público.
La jueza Mariana Wallace reconoció que la afectada “tiene derecho a practicar el rezo sin una barrera física que la separa de los varones y participar de las conversaciones y consumo de comida tras el rezo en igualdad con los varones, como lo hacía con el anterior imán”.
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El conflicto legal se originó cuando la denunciante demandó al sacerdote porque le impuso viejas prácticas que sus antecesores ya habían superado, tales como rezar detrás de una biblioteca e impedirle que hablara o comiera con otros feligreses masculinos tras la oración.
Ante la denuncia, el religioso negó las acusaciones y aludió que la mujer en cuestión "no respeta el orden establecido por él mismo", de acuerdo a Infobae. Explicó que la biblioteca estaba ubicada para dividir hombres y mujeres por cuestiones sanitarias durante la pandemia y para “evitar que el paso de los hombres delante de ellas ‘interrumpiera’ su rezo”.
Además, justificó la separación de la mujer: “No tiene nada que ver con una cuestión de superioridad del hombre sobre la mujer, sino que es una cultura que se practica hace siglos y está fundada y orientada en el sentido de que la relación del creyente con Alá no se vea interferida por ninguna situación que nos aleje de la concentración y de ese diálogo con el Creador Supremo”.
Luego de la disposición legal, la jueza Wallace expresó: "Son justamente esos valores de tolerancia, libertad y respeto mutuo los que obligan a este tribunal a recordar al denunciado, que su imposición de volver a colocar una biblioteca delante de la denunciante en oportunidad de rezo, como así impedirle que comparta las conversaciones e ingesta de comida tras el rezo, no respeta a esta mujer singular".
Finalmente, la magistrada instó a la comunidad de la mezquita a debatir sobre la evolución de los derechos y la evolución de las prácticas religiosas a la luz de los derechos humanos en un Estado laico.
En esa misma línea, ordenó oficiar a la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género (CONSAVIG) a los fines de su conocimiento y para que articule acciones con la mezquita en cuestión que promuevan el ejercicio efectivo de los derechos de la denunciante.