Lucas Gomez violó a su hijastra Florencia Di Marco, de 12 años, antes de estrangularla, asesinarla y dejar su cuerpo abandonado en la zona de Saladillo, en la provincia de San Luis.
La jueza Virginia Palacios recibió el estudio que confirmó todas sus sospechas. El análisis del AND encontrado en el cuerpo de la niña determinó que fue abusada sexualmente por su padrastro.
El hombre de 32 años está imputado por el delito de "abuso sexual doblemente agravado por la calidad de guardador y por mediar situación de convivencia preexistente en concurso real con el delito de homicidio criminis causae por mediar alevosía y violencia de género".
La pena prevista para esta clase de casos es de prisión perpetua. Gómez se negó a declarar y se mantiene preso en el penal de máxima seguridad de Pampa de las Salinas de la Botija, donde se encuentra aislado del resto de los internos.
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Mientras tanto, el fiscal subrogante 3 de San Luis, Esteban Roche, quiere saber si la mamá de la pequeña sabía que la nena sufría estas aberraciones por parte de su pareja.
El magistrado solicitó volver a interrogar al hermano de 9 años de Florencia, pero sin la presencia de su madre. El nene estaba en el auto cuando Gómez llevó el cuerpo de la criatura asesinada. Además, se aguardan los resultados de los peritajes a los teléfonos secuestrados en la casa de la familia.
Días después del homicidio, Carina Di Marco declaró "tenía una bestia con mis hijos" y pidió que no salga más de prisión. Cuando la prensa local le consultó al respecto a la jueza Palacios, ella respondió que "se seguirá avanzando y se adoptarán todas las medidas tendientes a determinar si a la progenitora le cabe algún tipo de responsabilidad o no".