A casi un año de la muerte de Genaro Fortunato, el rugbier de 25 años atropellado hace casi un año a la salida de un boliche en San Rafael, Mendoza, Julieta Silva fue condenada a tres años y nueve meses de prisión. Cumplirá la pena en prisión domiciliaria. Además, la inhabilitaron para conducir vehículos por ocho años.
El tribunal de la 1° Cámara en lo Criminal de la 2° Circunscripción Judicial de Mendoza entendió que la joven de 30 años no tuvo intención de asesinar a su pareja, por lo que la encontraron culpable de homicidio culposo agravado. Además, los jueces determinaron que no existió un vínculo de noviazgo, a pesar de la relación que duró tres meses.
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De esta forma, la acusada esquivó la prisión perpetua pedida por la querella, por considerar que se trató de un homicidio doloso agravado por el vínculo. La fiscalía, por su parte, había solicitado 14 años de prisión por considerar que hubo "emoción violenta" en el crimen, informó Clarín.
En todo momento, Silva aseguró que se trató de un accidente: esa madrugada, luego de que Fortunato corriera al lado del auto de ella y se cayera al asfalto, la acusada giró en U y lo aplastó. Según su declaración, nunca vio a Genaro en la calle y, cuando lo pisó, pensó que se trató de un pozo.
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"¡Por qué, Julieta, por qué!"
En el último día del juicio, la mamá de Genaro pidió la palabra y se dirigió directamente a Julieta. "Destrozaste una familia. Le pido a Dios que le de paz a tu alma", le dijo a la acusada, que bajaba su cabeza y no paraba de llorar.