A María José Coni la mataron de un golpe en el cráneo. Tenía lesiones en la zona paragenital y fracturas en el fémur. Había rastros del abuso sexual al que ella se resistió.
Marina Menegazzo sufrió lesiones punzoncortantes en el cuello, desde la mandíbula hasta el sector cervical. Una de estas heridas le perforó su columna vertebral y su médula. Según el informe forense, quedó paralizada por un tiempo, pero pudo ver y escuchar todo lo que pasaba.
Lee también: Montañita, una plata de serpientes y palomas
Los dos cuerpos tenían irritaciones en sus muñecas. Al parecer, fueron maniatadas. No habrían podido realizar movimientos de defensa. Los investigadores creen que fueron sometidas sin posibilidad de moverse.
Marina y María José sufrieron "estrés agudo y depresión ansiosa, porque se trató de un acto de violencia de género extrema", concluyó la forense Lidia Médano.
El juicio por el crimen de las mochileras argentinas ocurrido en Montañita, Ecuador, comenzó este lunes en el Primer Tribunal de Garantías de Santa Elena.
La madre de Coni, Gladys Steffani, escuchó los detalles y se quebró en varias oportunidades. Los jueces le ofrecieron salir del recinto, pero la mujer soportó el relato. "Todo esto lo vi personalmente", dijo.
En la causa, hay dos imputados. El vigilador Aberto Segundo Mina Ponce y Aurelio Eduardo “El Rojo” Rodríguez.