Una jubilada de 91 años que se movilizaba en silla de ruedas fue víctima de un brutal crimen en la localidad bonaerense de San Isidro. Ladrones entraron a su casa y la mataron para robar todo lo que pudieron.
La mujer fue encontrada sin vida por un hijo de 65 años. Al entrar a la vivienda, la halló tirada en el piso y con un cuchillo clavado en el cuello. La jubilada, identificada como María Cristina De Vincenti, vivía sola.
El hombre se preocupó cuando su madre no le respondía las llamadas. Fue hasta la casa y notó que la puerta estaba cerrada pero sin llave. Al entrar, la encontró en el suelo de la cocina.
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Investigadores precisaron que tenía clavado en el cuello un cuchillo con mango de madera y de tipo Tramontina. El arma que utilizaron para cometer el asesinato pertenecería a la misma vivienda.
Luego de confirmar que la mujer estaba muerta, los efectivos le tomaron testimonio a los vecinos del barrio, quienes dijeron que era habitual que ella tuviera las puertas abiertas y que saliera a tomar aire.
El informe preliminar de los forenses estableció que De Vincenti falleció por la lesión del arma blanca en el cuello que le generó una hemorragia y un shock hipovolémico.
Los atacantes están prófugos. Los investigadores sospechan que se trató de un homicidio en ocasión de robo, ya que faltaban joyas y el teléfono celular de la mujer.