Irene tiene 69 años, tiene siete hijos es de San Francisco y trabaja como médica en primera línea combatiendo el coronavirus en el dispensario de Josefina, un pequeño pueblo santafesino de mil habitantes ubicado en la frontera con Córdoba.
En noviembre se contagió de Covid-19 y fue trasladada al Hospital Rawson, donde pasó 127 días internada, por momentos con respirador y traqueotomía, en terapia intensiva luchando por su vida, llegando incluso a estar en coma. "Estuve muy mal, dos meses bastante embromada", contó en diálogo con CNN Radio Córdoba. Su historia conmovió a toda la región, donde se armaron cadenas de oraciones para pedir por su salud.
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En ese tiempo, nació su octavo nieto y se convirtió otra vez en abuela. Eso le dio un empujoncito más de fuerzas para salir adelante.
Con el correr de los días su salud mejoró y, después de una larga rehabilitación, este miércoles recibió el alta y finalmente regresó a su hogar, donde va a poder conocer al nuevo integrante de su familia.
La mujer dejó un mensaje a todos los que descreen de la enfermedad: "Les diría que tengan cuidado, porque la pandemia esta nos está destruyendo a todos. Algunos se contagian y la pasan bien, pero otros como yo la pasamos bastante mal", concluyó.