Milagros Lucente (19) se siente libre y ya sin miedo. Aunque sufrirá secuelas de por vida, las pesadillas llegaron a su fin luego de la condena a Mauricio Jaime (24) por intento de homicidio.
“Ahora puedo vivir tranquila, sin miedo. Sin miedo a que se haya escapado para buscarme y terminar de hacer lo que empezó y no logró terminar”, expresó a través de una carta en Facebook.
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En el posteo compartió un video con fotos de ambos cuando eran novios. También mostró su rostro desfigurado después de ser golpeada con una pala en su cabeza, lo que le provocó daños neurológicos irreversibles. Aparecen imágenes del proceso de recuperación y las secuelas que le causó el agresor.
Sobre el final del video dejó una reflexión: “Viva me quiero, libre y sin miedo. Y lo estoy ahora que sé que él de ahí no sale”.
Jaime fue sentenciado a 11 años de prisión en un juicio abreviado que se realizó el miércoles en Cruz del Eje, un año y medio después de la madrugada de terror. Fue encontrado culpable por homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género, en grado de tentativa.
“¿Y si se escapa? ¿Y si me lo vuelvo a cruzar? ¿Y si quiere terminar lo que empezó? ¿Y si yo lo hubiese dejado antes? ¿Podría haber evitado que me pase esto?”, se preguntó Milagros durante todo este tiempo. Ahora sí dice: “Basta de preguntas para mí. Ya está, se terminó”.
Pese a que tendrá secuelas de por vida y debe continuar bajo un estricto tratamiento por los daños a nivel motriz, cognitivo y neurológico, la joven consideró que todo se terminó y a partir de este momento “una parte de esta etapa está completamente cerrada”.
La víctima agradeció a todas las personas que la acompañaron y apoyaron en este largo recorrido de rehabilitación. También a su familia y amigos por la contención diaria.
También le dejó un mensaje al agresor, a quien no perdonará jamás: “Que la culpa se grabe en tu memoria para siempre. Espero que la condena social no te deje vivir en paz”.
La carta completa
¿Y si se escapa? ¿Y si me lo vuelvo a cruzar? ¿Y si quiere terminar lo que empezó? ¿Y si yo lo hubiese dejado antes? ¿Podría haber evitado que me pase ésto? Basta de preguntas para mí. Ya está, se terminó.
Ahora puedo salir y caminar tranquila, aunque tenga que ir acompañada. Sin miedo a que se haya escapado para buscarme y terminar de hacer lo que empezó y no logró terminar.
Ahora puedo dormir tranquila, sin soñar lo que hubiese pasado si no estuviese preso o soñar que se escapa de la cárcel a seguirme pegando.
Ahora puedo vivir tranquila, sin miedo a que Mauricio Jaime salga en cualquier momento y me mate.
Porque, a pesar de que no recuerde nada, el miedo se siente pero ya no, ya se terminó y no va a salir, ni voy a volver a tener miedo, me siento tranquila. Porque por un largo tiempo no van a liberar a mi mayor miedo.
Gracias a todos los que me apoyaron y lo siguen haciendo, sabiendo que ésta va a llevar más tiempo, en éste enorme recorrido de rehabilitación. Gracias amigos y familia por el apoyo y contención día a día, a pesar de mis crisis siguieron, y siguen, al lado mío.
Gracias a mis abogados, por defender mi causa y mis derechos a más no poder, por ayudarme a ganar la libertad mía. Gracias a mis terapistas. A mi psiquiatra y psicólogas por mantenerme emocionalmente estable a pesar de las crisis que han presenciado, a mi fonoaudióloga por enseñarme a leer y escribir que era lo que yo más amaba, a mi kinesiólogo por enseñarme a caminar y a esforzarme para lograr mis objetivos. Gracias a todas las chicas del Polo de la Mujer, que me acompañan desde el primer día y me ayudaron un montón.
Gracias a todos. SE TERMINÓ, no mi recuperación pero si una parte de ésta etapa que a partir de hoy está completamente cerrada.
Ahora soy libre y sin miedo.
Y a vos Mauricio, no te perdono ni lo voy a hacer nunca, no tenés perdón, que la culpa se grabe en tu memoria para siempre. Espero que la condena social no te deje vivir en paz.