Este martes se cumplieron dos años del crimen de Fernando Báez Sosa, el adolescente de 18 años que fue asesinado a golpes por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche de Villa Gesell, en la Costa Argentina.
Aquel crimen conmocionó a todo el país y, al cumplirse el segundo aniversario, los padres de Fernando visitaron por primera vez el lugar del hecho. Desde la puerta del boliche Le Bric, Graciela y Silvino pidieron justicia y una “pena ejemplar para los culpables”.
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“Estar en este lugar donde estuvo en vida por última vez es muy doloroso, no se lo deseo a ninguna madre”, dijo la mamá de Fernando, quien encabezó un sentido homenaje junto a su marido.
“Cuando llegué a este lugar vi esa imagen de cuando lo tiraron, lo patearon sin ninguna piedad, no le tuvieron compasión... Hasta el último momento lo llamaron ‘negro de mierda’ y no era así. Traté de ser fuerte y llegar acá para poder seguir pidiendo justicia, lo que más deseo para que mi hijo descanse en paz”, agregó la mujer con gran tristeza.
Mientras tanto, su esposo dijo: “Es difícil, desde el primer momento que llegamos acá el lunes a la mañana. Para mí es como venir a buscar a Fernando, como la otra vez vinimos y llevamos a Fernando en un ataúd. Buscamos un poco de paz, un poco de consuelo, y pedimos a los jueces que siempre están viendo la causa que sea una justicia ejemplar y que paguen los culpables”.
"Vino a divertirse con sus amigos, cuesta entender que chicos de su misma edad le hagan eso. Pido justicio por mi hijo. Solo buscamos un poco de paz, un poco de consuelo", manifestó Graciela.
Sobre los acusados del crimen, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores dispuso en octubre del año pasado que el juicio oral comience en el inicio de 2023, con la declaración de más de 130 testigos a lo largo de 22 jornadas, informaron fuentes judiciales.