Hwang Doo Jin estaba preso hace poco más de un mes. El coreano, que vive en la provincia de Chubut, había intentado matar a su ex pareja. Sin embargo, recibió el beneficio de prisión domiciliaria porque no puede comunicarse con los policías y por “cuestiones humanitarias”.
El abogado defensor, Oscar Romero, manifestó ante la jueza Stella Eizmendi que el coreano “ha tenido inconvenientes respecto a su modo de vida habitual". Hwang Doo Jin no comía las viandas que le daban en la comisaría porque no eran del tipo de alimentos a los que él estaba acostumbrado y perdió 14 kilos en 30 días.
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Además, explicó que a Hwang “le cuesta transmitir sus necesidades diarias” a los guardias y al médico debido al idioma. Por ello, la Justicia de Chubut hizo lugar al pedido del abogado.
El hecho
Hwang Doo Jin estaba detenido porque el pasado 17 de febrero quiso matar a su ex pareja en el barrio Solana de la Patagonia de Puerto Madryn. Según consta en la denuncia en la fiscalía, el coreano se presentó en la vivienda de la mujer con ropa oscura y guantes de cuero. Cuando le abrió la puerta, Hwang comenzó a golpearla de forma brutal. Luego la arrastró por toda la casa e incluso intentó ahorcarla.
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Un vecino fue quien alertó a la policía luego de escuchar los gritos de auxilio y ver a la mujer bañada en sangre. El coreano intentó huir, pero fue arrestado e imputado por homicidio en grado de tentativa doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido mediante violencia de género.
Sin embargo, debido a su estado de salud y las dificultades culturales mencionadas, Hwang Doo Jin gozará de prisión domiciliaria mientras espera el juicio.