Fernanda Analía Bianculli, una mujer de 47 años de Florencia Varela, atravesó cuatro embarazos que le dejaron una cicatriz que no le gustaba. A raíz de eso, ella tomó la decisión de operarse en el Centro Médico Monserrat de la ciudad de Buenos Aires e hizo una costosa inversión.
Vendió su camioneta EcoSport con la que trabajaba y así pagó los casi 200.000 pesos de la cirugía. Sin embargo, el esfuerzo no tuvo buenos resultados y ahora deberá someterse a otra intervención por graves consecuencias de salud.
Según detalló Clarín, Roberto López, el cirujano plástico que la atendió ya tiene sospechosos antecedentes por mala praxis. Dos de sus pacientes, Yasmín Flores y Soledad Vargas, murieron en operaciones que él mismo realizó.
Roberto López, el cirujano acusado.
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"Te va a quedar súper bien, lo único que te va a quedar es una línea rosada, pero con la bombacha se tapa", le dijo López a la mujer. Además, éste le advirtió que debía hacerle una dermolipectomía para corregir el exceso de grasa y piel en el abdomen.
Pese a que la cirugía duró más tiempo de lo esperado, Fernanda recibió el alta después de dos drenajes. "Me sacó el drenaje y después de eso se me empezaron a abrir los puntos, llegó un momento que se habían abierto cuatro en un lugar, tres en el otro, entonces tenía un agujero prácticamente", contó Bianculli.
Fernanda, la mujer que denuncia al cirujano.
Y continuó: "Todos los domingos que tenía que ir a verlo y durante la semana me curaba yo, lo único que me mandaba para las curaciones era azúcar, y que me curara en mi casa tres veces por día, era un sufrimiento”.
El infierno de Fernanda
Luego de algunos meses, López le indicó que se hiciera masajes drenantes con su secretaria que había estudiado tres años de Medicina. “Tenía que hablar con ella y ella hablaba con él, le mandaba fotos de cómo tenía la herida porque a veces se me hacía pus, no sabía qué hacer y la secretaria me iba guiando”, sostuvo la mujer.
Y agregó: “No podía caminar, no podía descansar. Dormí dos meses sentada en el sillón de la cocina, la pasé súper mal, no podía respirar, tuve un montón de complicaciones". Cansada de tanto sufrimiento, Fernanda fue a ver a su cirujano para que le recomendara otra masajista pero éste se lo negó.
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"No, cómo te voy a dar a una persona que no conozco, yo soy cirujano, no esteticista", fue su respuesta. Y así fue como siguió con la secretaria un tiempo más.
El trato del médico
Pero no terminó todo ahí. La mujer volvió a visitarlo porque su mal estar continuaba y según su versión, éste le dijo: "`No es nada, mamita, es todo psicológico lo que tenés, tomate un Clonazepam, tranquilizate`. Yo salí de ahí desconcertada: o estaba loca yo o estaba loco el médico”.
Las víctimas fallecidas tras la cirugía del médico.
En ese momento, ella tomó la iniciativa de hacerse una ecografía por sus propios medios y fue allí que descubrió que tiene un “granuloma abajo del obligo” el cuál se enteró por una “hemorragia” que padeció previamente.