Esta semana, el reflejo de ellas está más vivo que nunca. El 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y millones salieron a las calles para exigir sus derechos e igualdades.
Las luchas están en todas partes y la historia de Stella Morales (67) emociona desde lo más profundo. Después de 40 años, fue reconocida como veterana de la guerra de Malvinas.
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Stella cumplió funciones como enfermera profesional. “Nosotras estábamos ahí atendiendo a los heridos que llegaban de ese infierno”, recordó en una entrevista exclusiva con El Doce.
Sin embargo, dijo que fueron "olvidadas, ocultadas y desvalorizas dentro la fuerza, un ámbito completamente dominado por el hombre". “Hay médicos reconocidos, pilotos, pero las enfermeras que estábamos atendiendo a la par del varón, fuimos olvidadas”, remarcó.
“En ese momento de la guerra estaba cumpliendo mis funciones como cabo principal en el Hospital Aeronáutico Central. Fuerza área incorporó por primera vez a las mujeres en 1980, pero nos dimos cuenta que todo era súper machista y dirigido por hombres”, siguió.
Por eso, aseguró, les costó "mucho instalarse”. "Cuando nos enteramos que también ingresaban bioquímicas y radiólogas con grados militares oficiales, las enfermeras ya estábamos desvalorizadas”, afirmó.
“En ese momento pensábamos 'por qué, si nosotras también somos profesionales'. Fuimos maltratas, nos trataron de mentirosas. ‘Anda a lavar los platos’, nos decían”, agregó.
El momento en el que fueron reconocidas
En 2010, Alicia Reynoso, otra veterana de Malvinas, levantó la bandera por la lucha de la visibilidad de la mujer. Entre 2015 y 2016, la Legislatura les hizo un reconocimiento a ella y a dos compañeras más.
“Los veteranos reconocidos nos invitaron al centro de veteranos y nos dijeron que querían conocernos, pero que nosotras no podíamos hablar ni decir que éramos veteranas de guerra. En ese momento yo me sentí tan mal porque son colegas, somos todos iguales, tenemos los mismos derechos tanto el hombre como la mujer”, lamentó.
Si bien no estuvieron bajo el fuego, ellas atendieron a todos los heridos. Ese era su dolor.
“Era la mujer la que estaba ahí para atenderlos. Los soldados llegaban, nos miraban y nos decían ‘por favor, te poder comunicar con mi mamá y decirle que estoy bien’. Para ellos era un alivio. No se animaban a decírselo a un varón o un superior”, relató.
Para que el reconocimiento fuera posible, contó que tuvieron que “hacerle juicio al Estado”. “Ellos mismos nos dijeron, ‘ustedes tienen que hacerle juicio al Estado’. El 1º de febrero nos entregaron este certificado donde dice que somos veteranas de guerra”, detalló.
Sin embargo, confesó que ella “se considera veterana desde que terminó la guerra porque estuvo ahí cumpliendo una función bélica”. “Porque no es solo combatir, tener un arma y disparar. Asique vamos a seguir hasta que todas mis compañeras tengan el reconocimiento que merecen”, cerró.