Las precauciones sanitarias por la cuarentena contra el coronavirus en Argentina a veces no se condicen con el sufrimiento o las condiciones particulares de muchas personas. Y eso es lo que denuncia una familia que acaba de sufrir una dura pérdida.
Marina Carrara (51) es una docente cordobesa oriunda de Laboulaye pero que vive en Villa Mercedes, provincia de San Luis. Hace más de un mes viajó hacia Río Cuarto para acompañar a su hija Antonella, de 27 años.
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La joven murió y su madre decidió regresar a su casa para continuar con el duelo. Sin embargo, pese a que se realizó un hisopado y no tiene coronavirus, asegura que está viviendo un calvario desde hace más de 48 horas.
Otro sufrimiento
La docente llegó el martes al límite entre Córdoba y San Luis, pasando la localidad de Sampacho, y ahí se quedó varada. Tuvo que pasar esa noche sola en el auto a la vera de la ruta: según denuncian, desde la provincia puntana le niegan el ingreso. El caso hace recordar a lo sucedido con Solange Musse, pero esta vez la acusación es contra las autoridades sanluiseñas.
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“Es inhumano lo que están haciendo. Ella solamente quiere volver a su casa”, se quejó Graciela Carrara, su hermana que habló con Arriba Córdoba y además contó que ahora le exigen pagar un nuevo hisopado debido a que el que tiene ya se “venció”.
“Pisan la Constitución. Nos tratan como delincuentes”
El miércoles a última hora familiares fueron a buscar a la docente en la ruta para llevarla a Laboulaye y que no pase otra noche durmiendo sola en el auto. “Están pisando la Constitución. ¿Ya no somos seres humanos respetables? Nos tratan como delincuentes”, agregó con indignación Graciela.
El certificado del hisopado negativo.
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La familia pide una urgente respuesta para que Marina pueda realizar la cuarentena en su propia casa y dejar de sufrir contratiempos tras soportar la muerte de su hija.