En los últimos meses, decenas de familias de El Talar de Mendiolaza viven amenazadas por los alacranes. La invasión de una de las variantes más tóxicas de esta especie se desató este verano y continúa ahora, a fines del mes de junio.
Los bichos llegan a las casas desde un bosque que separa la zona urbana de un predio donde se depositan restos de poda. Para frenar la sensación de vulnerabilidad que se apoderó de ellos en los últimos meses, un grupo de vecinos sale periódicamente a cazar alacranes.
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En pocas horas se pueden encontrar cientos de ellos. En Mirada Telenoche compartimos una de estas cacerías. VIDEO:
Cómo empezó esta invasión es, por ahora, materia de discusión. La mayoría de los vecinos de El Talar apunta a un terreno donde el municpio de Mendiolaza depositaba restos de poda y, transitoriamente, los residuos domiciliarios.
Entre ese predio y las casas hay unos 200 metros de bosque dominado por los siempreverdes, una especie no autóctona que favorecería la propagación de los alacranes. Ese es el lugar donde los vecinos comparten las noches de cacería.
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Por el momento, la Justicia declaró admisible un amparo y ordenó al municipio completar una red de trampas que comenzó a armar en abril. Se trata de unas fosas que, según pudimos comprobar, algunos alacranes logran vulnerar. Además, según la resolución judicial, deben ser eliminados los ejemplares de siempreverde del perímetro del bosque.
Mientras tanto, los vecinos aseguran que su salud comenzó a deteriorarse por el veneno y el estrés diario de convivir con semejante riesgo. Cómo empezó el drama y en qué estado está: