Este martes continúa el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa en los Tribunales de Dolores. Varios amigos de la víctima son los encargados de declarar en esta nueva audiencia. También lo iba a hacer Julieta Rossi, la novia del joven, aunque finalmente se descartó.
"Julieta no esta preparada para afrontar el juicio. Está entera pero no esta preparada para contar lo que vivió el dia del hecho”, explicó su papá, Alejandro Rossi. Según agregó TN, la chica de 21 años se encuentra actualmente bajo tratamiento psicológico y con síntomas post traumáticos. Cabe recordar que ello estuvo presente aquel 18 de enero de 2020 en el boliche Le Brique de Villa Gesell.
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Julieta jamás dejó de recordar a Fernando. Durante el tiempo entre el asesinato y el inicio del juicio de este lunes, se encargó de difundir por sus redes sociales sus reclamos por el esclarecimiento de lo sucedido y una condena ejemplar para los autores del hecho.
Desde hace casi tres años, la vida para todos los que conocieron a Fernando cambió rotundamente. Julieta y Fernando soñaban una vida juntos. Incluso ella había decidido anotarse en la misma carrera que cursaba en aquel entonces el joven: abogacía.
Llevaban casi un año de novios y el amor se cortó de un segundo al otro luego de la brutal golpiza de los rugbiers a Fernando. El tiempo pasó y Julieta empezó a reconstruir su vida en medio del dolor. Su refugio sentimental se volcó a las redes sociales, donde hoy es furor.
Tal como lo demuestra en sus posteos de Instagram y TikTok, es bailarina y se especializa en Pole Dance. Sus coreografías tienen cientos de miles de reproducciones y decenas de comentarios. Tiene videos sola, con amigos y en distintos lugares.
De acuerdo a la información de TN, cuando estaba de novia con Fernando, la joven de 21 años ya tomaba clases de tango. Siempre fue una aficionada del baile y en medio de la tristeza se convirtió en su cable a tierra.
La historia de amor entre Fernando Báez Sosa y Julieta Rossi
Ambos estudiaban en el Colegio Marianista del barrio porteño de Caballito. Los jovenes iban a cursos diferentes pero un proyecto solidario los encontró. Su primer beso fue en el viaje de egresados, en un boliche de Bariloche.
Solo unos meses después, en marzo de 2019, llegó la propuesta formal y se pusieron de novios. "Como yo hago danza, le insistí para que me acompañara a una clase de Tango. Después nos fuimos a mirar una película a su casa y, en un momento, él me dijo que me quería decir algo. Yo un poco lo intuía, pero me hice la tonta. 'No me asustes Fer. ¿Qué pasó?', le decía. Entonces me preguntó si quería ser la novia. Le dije que 'sí' y los dos nos pusimos a llorar", supo contar Rossi en una entrevista con Infobae.
Tras aceptar, los 19 quedaron marcados como los días en los que festejarían mes a mes sus primeros aniversarios de pareja. Como se dijo anteriormente, planificaron estudiar la misma carrera, pero Julieta arrancó arquitectura. A mitad de año se arrepintió y en 2020 iba a comenzar Derecho, pero todo cambió a pocos días del inicio de ese año.