Seis ladrones entraron anoche a robar en una casa de la localidad bonaerense de Francisco Alvarez, en el partido de Moreno, pero se encontraron con la resistencia más inesperada.
Un chico de 13 años tomó un arma y disparó dos veces. Un delincuente murió en la puerta y los otros cinco cómplices escaparon sin robar nada.
El arma estaba registrada a nombre del padre del nene, quien la buscó para defender a su mamá y a sus hermanos menores. El fiscal Pedro Marchetti consideró que “actuó en legítima defensa” y por eso el niño no fue ni detenido ni demorado.
"El nene llora y no quiere ir a la casa. Él defendió a su familia", señaló su padre Marcelo Salinas, quien no estaba en el momento del asalto. El hombre contó que los delincuentes fueron violentos con su esposa y con el hijo menor y que, por eso, el mayor reaccionó buscando la pistola en la habitación. "El nene tenía prohibido tocar el arma. Sólo sabe disparar en los juegos de la play", aclaró.
Además, el padre agradeció que los delincuentes se hayan ido sin reaccionar. "No entiendo porque no hicieron una masacre. Ni siquiera tomaron represalias contra el nene", señaló. También confirmó que venderán la casa para alquilar una en un country.
El arma de 9 milímetros tenía 17 balas cargadas y estaba en la habitación del padre. El delincuente muerto recibió dos balazos en una de las axilas. La Policía constató que llevaba puesto un chaleco antibalas con la inscripción "Policía" marca TWARON sin número de serie, por lo que no pertenece a la Bonaerense.
Los delincuentes, de unos 30 años, llegaron en un auto Volkswagen Voyage de color gris, todos armados con ametralladoras y reclamando la entrega de dólares y dinero en efectivo.