Simplemente dramática es la situación de Enrique Juncos, el trabajador que resultó herido en la explosión de tubos de GNC del 27 de agosto en barrio Los Naranjos. Al verlo, se puede imaginar el dolor que lleva segundo a segundo en su piel.
"Voy de a poco porque es lento esto. Y cuesta", contó mientras se recupera de las quemaduras. Además de su rostro, el hombre de 49 años tiene el 3 por ciento del cuerpo con quemaduras severas, sobre todo en sus brazos.
"Sentí desde atrás una especie de lanzallamas que me tiró cinco metros para adelante, y ahí siento que se me quema la ropa y giro en el suelo para apagarla. Uno de los brazos me quedó destrozado", reveló. Al menos, deberá seguir internado 21 días más para volver a su casa.
Sobre las causas del accidente, aclaró que no fue ni una imprudencia ni un descuido, sino que uno de los tubos de prueba no había sido vaciado por completo: "En ningún momento manipulé mal nada ni se me cayó nada al suelo. No es bueno que la gente crea que yo estoy haciendo mal mi trabajo".
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