La mujer recibió varios golpes en la cabeza. Mientras un hombre la sujetaba el otro le pegaba sin misericordia. La escena de violencia fue advertida por un vecino que grabó el dramático momento pero no hizo nada para evitarlo o detener a los agresores.
Según los testimonios de algunos vecinos, Marisela Inés Pozo Pizl estaba alterada y bajo los efectos de las drogas. Intentó entrar a un kiosco de donde salió el hombre que la golpeó salvajemente. El cuerpo de la mujer apareció tirado a un costado de las vías del tren. Los dos agresores se encuentran prófugos.
Mientras tanto, los médicos forenses investigan si murió como consecuencia de los golpes recibidos o fue por efecto de una sobredosis. La autopsia arrojó que tenía muchos golpes y heridas cortantes que no eran suficientemente graves como para matarla. También se detectó que tenía altas cantidades de cocaína y psicotrópicos, informó la agencia Telam.
Sin embargo, la madre dijo a distintos medios que su hija tenía "el cráneo hundido, la nariz rota, los órganos reventados y el comisario me vino a mentir a decir que murió de sobredosis. La ataron de pies y manos y la llevaron cinco cuadras a las patadas".
Las imágenes tienen violencia explicíta.