Ultras del Eintracht viajaron a Nápoles a pesar de la prohibición de ingresar al partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League. Se cruzaron violentamente con sus "pares" italianos y ocasionaron serios incidentes.
Los fanáticos organizaron un banderazo en la previa del debut de la Selección. En un momento quitaron la insignia inglesa y subieron la de las Malvinas y otros clubes.