Durante el sueño el cuerpo se libera de los gestos aprendidos y expresa de manera más auténtica lo que ocurre en el plano interno. La forma en que una persona se acomoda, se cubre o se mueve puede decir mucho sobre sus necesidades físicas y emocionales, según coinciden los especialistas.
Entre las posturas más comunes, dormir con una pierna fuera de las sábanas despertó el interés de la ciencia. Aunque parece un gesto casual, los expertos aseguran que se trata de una respuesta natural del organismo para equilibrar la temperatura corporal y, al mismo tiempo, una señal psicológica de búsqueda de control y alivio.
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De acuerdo con la National Sleep Foundation, la temperatura ideal para descansar oscila entre los 15 °C y los 20 °C. Exponer una pierna ayuda a mantener el cuerpo fresco y a conciliar el sueño con mayor facilidad. Desde la psicología, este acto también puede interpretarse como una forma de autorregulación emocional: una manera inconsciente de liberar tensiones y sentirse en equilibrio.
Un estudio de la Universidad de Ámsterdam observó que quienes adoptan esta postura tienden a ser más sensibles a los cambios del entorno y poseen una conexión más afinada con sus propias sensaciones. Los expertos recomiendan mantener la habitación ventilada y usar ropa de cama adecuada para evitar que el cuerpo recurra a estos mecanismos de compensación y, así, lograr un descanso más profundo y reparador.



