La primera ola de calor del verano llegó con todo a Córdoba y dormir bien se volvió un verdadero desafío para cientos de personas. Las altas temperaturas nocturnas no solo complican el descanso, sino que también afectan la calidad de vida y el ánimo al día siguiente.
Pero no todo está perdido: existen trucos caseros y recomendaciones que pueden ayudarte a mantener el dormitorio fresco y lograr un sueño reparador, sin necesidad de prender el aire acondicionado ni gastar de más.
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Cómo mantener el dormitorio fresco durante el día
Uno de los secretos principales es cerrar persianas y cortinas durante el día. Así, se evita que el calor se acumule en el ambiente. Las cortinas gruesas pueden reducir hasta un 50% la temperatura que entra al dormitorio.
Cuando cae la noche y baja la temperatura, lo ideal es abrir las ventanas para que circule el aire fresco y se vaya el calor acumulado.
Cenar liviano y evitar el alcohol: claves para dormir mejor
La alimentación también juega un papel fundamental. Cenar liviano y a horario, eligiendo alimentos ricos en fibras y evitando comidas muy grasosas o el consumo de alcohol, ayuda a que el cuerpo no tenga que trabajar de más durante la noche. Así, el organismo puede enfocarse en descansar y no en hacer la digestión.
Trucos caseros para refrescarse antes de dormir
- Enfriar los pies: Sumergir los pies en agua fría con hielo unos minutos antes de acostarse ayuda a bajar la temperatura corporal y genera una sensación de relajación inmediata.
- Sábanas en el freezer: Meter las sábanas en el congelador un par de horas antes de dormir puede dar un alivio momentáneo al meterse en la cama, aunque el efecto no dura toda la noche, facilita conciliar el sueño.
- Paños húmedos en la frente y el cuello: Pasar un paño húmedo por la frente o el cuello antes de acostarse refresca el cuerpo y ayuda a dormir mejor. Dejar una toalla húmeda cerca de la cama también puede mantener el ambiente más fresco.
- Aire acondicionado casero: Si no tenés aire acondicionado, podés improvisar uno casero. colocá un recipiente con hielo frente al ventilador. El aire se enfría al pasar por el hielo y se dispersa por la habitación, bajando la sensación térmica sin gastar de más.



