Pamela Silva la remó desde muy chica para crear el imperio textil del que todos hablan por sus precios baratísimos. La joven chaqueña de 26 años, que inauguró un local de ropa en barrio Jardín y fue clausurado por falta de habilitación hace diez días, era vendedora ambulante junto a su mamá en el centro de Resistencia.
Pero el único ingreso que tenían lo perdieron en 2009 cuando en esa ciudad construyeron la peatonal y las obligaron a retirarse. “Nos quedamos sin el sustento de un día para el otro”, contó a Infobae. Desde ese día, todo empeoró. Su mamá entró en depresión y falleció a causa de un infarto a los 32 años.
En ese momento, a Pamela de 14 años, la vida le dio una cachetada. Junto a su padre y tres hermanas quedaron en la calle. Sin embargo, nunca bajó los brazos y solo pensó en su futuro. Terminó el secundario, se casó y comenzó a trabajar para hacer posible ese deseo que tanto le recordaba a su madre.
Ser vendedora de ropa fue siempre su aspiración, aunque no fue nada sencillo. Con apenas 18 años recién cumplidos, invirtió sus ahorros en La Salada y publicó las prendas en Facebook. Ese mismo día vendió todo. Siguió con el emprendimiento y su esposo la ayudaba a hacer los repartos en moto.
En uno de los viajes, la pareja sufrió un accidente y la vida la volvió a poner a prueba. El dinero que el seguro les pagó lo utilizaron para abrir su primer local en la ciudad chaqueña. Fue el 21 de septiembre de 2017 cuando inauguró Nosotras by Pamela Silva.
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“Tenía apenas cuatro percheros y un par de estantes para las prendas. Ese día de la primavera de 2017 estaba fresco y cuando llego para abrir por primera vez había cola en la puerta esperando”, recordó. A raíz de un violento robo en el que le sustrajeron todo el stock, se hizo más fuerte y con la ayuda de su suegro abrió un nuevo local en una zona más segura.
Nunca dejó de trabajar ni de apostar a su futuro. En 2019 quedó embarazada de su hija Alma y logró tener su casa propia. Si bien en pandemia debió cerrar el negocio, siguió vendiendo a través de WhatsApp y redes sociales: “Así y todo nos fue muy bien, la gente lo único que hacía era comprar ropa y comida”.
Ahora Pamela es la “reina textil”. Tiene sucursales en otras tres provincias como Misiones, Corrientes y Córdoba. En cada inauguración, la escena se repitió: una multitud hizo largas filas para comprar esas increíbles ofertas.
La joven, orgullosa del camino recorrido, reveló que en la calle le piden fotos y su objetivo es que Antonela Roccuzzo promocione su ropa con un fin solidario: “Todo lo recaudado sería para los hogares de chicos de Resistencia a los que les falta comida y los servicios básicos”.
¡Y los sueños no se acaban! La empresaria, que no se detiene nunca, quiere seguir abriendo sucursales y tener una en cada provincia. Con mucho entusiasmo, confesó: “Mi idea es llegar a todo el país”.