El abrupto giro en la investigación de la muerte de Susana Montoya posó las principales sospechas sobre su hijo, Fernando Albareda, que este jueves fue detenido por el crimen de la mujer.
El hombre de 53 años también está acusado de haber escrito los carteles amenazantes pegados en la casa de la pared de la víctima en barrio Ampliación Poeta Lugones, lugar en donde fue encontrada sin vida el pasado sábado.
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En ese marco de sorpresa por la dirección que tomó el caso, trascendió una carta que Albareda escribió el lunes, apenas dos días después que se conociera públicamente el asesinato de Montoya.
En el texto, el militante de la agrupación HIJOS describió las sensaciones posteriores a la muerte de su madre y agradeció a los que lo acompañaron. Asimismo, enfatizó en el proceso de “reconstrucción del vínculo” que estaba atravesando con su madre, al punto de calificar la relación como “de simbiosis”.
Por último, avisó las medidas que iba a tomar al respecto de la muerte de Montoya, que incluían audiencias con el gobernador, el jefe de Policía, el ministro de Seguridad, entre otros.
La carta completa
“Hola queridos y queridas compañeros y compañeras. Se imaginarán que, lejos de poder pegar un ojo, solo duermo de a ratos. Ayer fue un día muy difícil, porque después de estar en la Jefatura de Policía declarando desde las 9 hasta las 18 con un solo intervalo de 15 minutos, fui a la morgue a pedir el informe de la autopsia y me ofrecieron la posibilidad de ver a mi mamá.
Pedí que me describieran cómo estaba y preferí no entrar. Después respondí mensajes que agradezco de lo más profundo y me rodeé de mis afectos más cercanos, sin olvidarme que ustedes también lo son. En ese sentido quiero decirles que se los siente muy presentes, que no me olvido que están, sé que cuento con ustedes pero no estoy pudiendo conectarme con la realidad.
Me río de los nervios, lloré mucho, me abrazo con todo lo que se me cruza y voy buscando la manera de ponerle palabras al espanto. Esta vez, cruzaron un límite que yo no imaginaba. Me destruyeron la esperanza de poder seguir en esa construcción y lazo familiar que tan bien me estaba haciendo, no solo a mí, sino a Sol y Fermín, que sabían que existía la Susana, después la abuela Susana, para finalmente reencontrar afecto y momentos compartidos con ‘la Chueca’.
Toda esa imagen costó años de reconstrucción y de tratar de entender cosas que estaban en gris y que después del suicidio de mi hermana, decidí poner fin y hacer un punto y aparte, lo cual resultó porque empezamos con mi mamá una hermosa relación de simbiosis que lo que yo hacía por ella me volvía y lo ella hacía por mí también le volvía.
Tomamos mates, jugamos cartas, buraco, comíamos juntos, etc. Era todo ganar… hasta el viernes. Ahí se me derrumbó el mundo entero. No tengo una sola palabra que pueda describir lo espantoso del momento que estoy viviendo. Temo por mí. Temo por mi familia, mi hermano. Por cada uno/a de nosotros/as. Realmente, elegí fingir fortaleza, que sé que me va a romper en mil pedazos cuando esto vaya pasando y solo estoy pensando en Nicolás, Sol y Fermín y obviamente María Paz.
No soy nada si ellos, no soy nada sin ustedes, no sirvo solo, es un estado que muchas veces uno usa para disfrutar. Bueno, esta soledad así, es una mierda, sin ellos y ustedes no podría dar un paso más. Estoy paralizado, estoy roto, estoy triste, angustiado y desesperado. Solo digo lo que siento y puedo expresarlo así. A mi mamá le reventaron la cabeza a ladrillazos, la apuñalaron en el cuello y no sé qué más.
Solo me sale decirles que no me dejen, sé que no va a ser el caso, que los amo profundamente. Que los necesito cerca y que no voy a parar. Están intentando, algunos de mi familia, a que pare, que me vaya, que termine. Bueno esto termina cuando yo lo decida y por ahora no está en mis planes. Voy a ir a la Mesa De Trabajo por Los DDHH a contar lo sucedido, iré a la Comisión Provincial por la memoria. Quiero audiencia con el gobernador, jefe de policía, ministro de seguridad y ministro de justicia. Como dije, cruzaron el límite. Les mando un gran abrazo y gracias por tanto cariño”.