La causa por las fiestas clandestinas en la conocida “casita del after” —el lugar de fiestas clandestinas en barrio Villa Allende Parque— sigue generando repercusiones. Luego de que la fiscal Liliana Copello imputara a Nicolás Acosta por amenazas agravadas con arma de fuego, uno de los vecinos amenazados habló con Arriba Córdoba y contó el calvario que vivió durante años.
“Estamos contentos por la imputación, pero tuvimos que esperar 10 años para que esto suceda. La Justicia tardó mucho”, expresó el hombre, visiblemente aliviado, aunque aún con temor.
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El denunciante recordó el momento en que fue amenazado directamente por Acosta hace unas semanas: “Me bajé a abrir el portón y apareció en su Audi. Me apuntó con un arma y me dijo que me tenía que ir del barrio, que me iba a matar por los videos que subí del choque del auto. Desde ahí seguí recibiendo amenazas, incluso por sus familiares desde la cárcel”.
El vecino, que durante años filmó y denunció las fiestas ilegales y los disturbios que se generaban en el lugar, aseguró que hubo protección para los acusados. “Fuimos sabiendo que el suegro de esta persona es subdirector en un CPC, y creemos que por parte de él se frenaron las investigaciones y las denuncias. No nos recibían”, afirmó sin vueltas.
+ VIDEO: la palabra del vecino amenazado tras denunciar a “la casita del after”:
También apuntó contra la falta de respuestas del sistema judicial: “Estamos mal, y entiendo a la gente cuando no denuncia. La justicia te suelta la mano, los que te tienen que cuidar no te atienden. Por eso la gente no se compromete”.
Por último, expresó su preocupación actual por la seguridad de su familia. “En este momento no está la consigna policial, la necesitamos para estar más tranquilos. Esta gente siempre fue una mafia. Sabemos el clan que estamos tocando y estamos con mucho miedo también”, concluyó.
La causa
El caso de la “casita del after” cobró notoriedad tras el violento episodio del 24 de agosto, cuando un conductor atropelló a un grupo de jóvenes durante una pelea a la salida del lugar y luego escapó.
Las denuncias de los vecinos por ruidos, amenazas y consumo de alcohol se remontan a más de una década. En julio pasado, la Municipalidad de Córdoba había allanado el predio y constatado la presencia de unas 400 personas en una fiesta ilegal.
Además de Nicolás Acosta, están bajo investigación su padre, Fabián, y su hermana, María Ayelén, señalados también como organizadores de los eventos. La Justicia dispuso medidas de restricción para los tres, que tienen prohibido comunicarse con los denunciantes o sus familias mientras continúa la investigación.