Técnicos del Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba, junto a la Patrulla Rural, hicieron allanamientos clave en la localidad de Ballesteros para combatir la venta ilegal de carne. El objetivo principal de estos operativos era frenar el faenamiento clandestino que ponía en riesgo la salud pública en la zona noroeste de la provincia.
El resultado más significativo fue el decomiso de 700 kilogramos de carne de cerdo. Esta mercadería fue incautada de inmediato porque no contaba con las inspecciones sanitarias obligatorias que solo otorgan los frigoríficos habilitados, lo que significa que no garantizaba la inocuidad necesaria para ser consumida por las personas.
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Durante las inspecciones detectaron que tanto las instalaciones de faenamiento como los locales de venta carecían de las condiciones higiénico-sanitarias mínimas exigidas por ley, además de no poseer las habilitaciones oficiales para operar legalmente.
Tras el decomiso, la carne incautada fue trasladada a un frigorífico autorizado donde se procedió a su destrucción total a través de un digestor, asegurando que el producto no ingresara al circuito comercial. Estas acciones se fundamentaron en leyes provinciales que regulan la faena y la convivencia.



