Un hecho de extrema violencia consternó a los vecinos de Longchamps, partido bonaerense de Almirante Brown. Este jueves, una jubilada de 89 años, identificada como Luisa Caporalini, fue asesinada en su propia casa durante un robo. El caso generó indignación por la brutalidad del ataque y por el insólito botín: cuatro pollos, varios cortes de carne y un teléfono celular.
La investigación avanzó con rapidez y la Policía detuvo a uno de los vecinos de la víctima como principal sospechoso. El hombre, que ya tenía antecedentes por robo agravado y una restricción de acercamiento vigente desde mayo de este año, fue arrestado tras un allanamiento en su domicilio.
Allí, los efectivos encontraron los cortes de carne y los pollos que la empleada doméstica de Caporalini reconoció como los que faltaban del freezer de la jubilada.
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El cuerpo de la anciana presentaba lesiones compatibles con un intento de defensa y edema pulmonar, según el parte médico. La mujer vivía sola, se movilizaba con andador y era asistida por cuidadoras que se turnaban de lunes a viernes. También recibía la visita de una empleada doméstica y de un jardinero.
La UFI N°2 de Almirante Brown tomó el caso y ordenó que todos los empleados de la víctima prestaran declaración para reconstruir los movimientos del día del crimen. En esas entrevistas, el jardinero incurrió en contradicciones: primero dijo que iba solo a la casa, pero luego admitió que el último sábado fue acompañado por un ayudante de nacionalidad paraguaya.
Las cámaras y el rastreo del botín
La clave para avanzar en la causa estuvo en las cámaras de seguridad de la zona. En las imágenes, la policía detectó a dos hombres merodeando la casa de la víctima durante la madrugada. Uno de ellos, con una campera de Boca, se alejó en dirección a la estación Longchamps del tren Roca, mientras que el otro tomó por la calle Bolívar.
El hombre que fue hacia el tren resultó ser vecino de la jubilada. Tras el allanamiento, la policía secuestró en su heladera los cortes de carne y los pollos robados, todos rotulados, lo que permitió que la empleada doméstica los identificara sin dudas.
El detenido no era un desconocido para la Justicia: tenía antecedentes por robo agravado desde mayo de 2018 y una restricción de acercamiento dictada en mayo de 2024. Ahora, enfrenta cargos por el femicidio de Luisa Caporalini, un crimen que dejó al barrio en estado de shock.



