24 de octubre de 2022. Se cumplen 101 años del nacimiento de la madre del tunga-tunga. Leonor Marzano, la mujer que marcó un antes y un después en la historia de la música popular de Córdoba.
Para conmemorar un nuevo aniversario, Cuarteteando habló con Marta Gelfo. La hija compartió anécdotas y brindó detalles de la Leo, quien la definió como "una mujer muy especial y bondadosa con la gente".
El inicio del suceso nacional arrancó con su llegada a Córdoba, desde Cruz del Eje. Leonor empezó a estudiar piano motivada por su abuelo, quien la hizo partícipe del conjunto que, con su estilo, comenzó con una nueva propuesta artística de la mano de Cuarteto Leo.
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“Mi abuelo tenía un Ford y lo llevaba a arreglar a Humberto Primo y Jujuy. Un día lleva el auto a probar, y el probador era el papi. Mientras daban una vuelta él le cuenta que tocaba el acordeón y lo invita a participar de la orquesta, ahí la conoció a la mami", explica Marta Gelfo, al recordar como comenzó la historia de amor y musical entre sus padres.
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Los ensayos de la banda se realizaban en la casa de su abuelo. "Mi papá silbaba un tema, se lo silbaba a mi mamá, bajaban y la mami lo escribía. Era una grosa", recuerda orgullosa Marta.
Gran parte de las letras de las canciones se encargaba Carlitos Rolán. Era un gran trabajo en equipo enfocado en el mismo objetivo: "Vivían para la música".
El 8 de diciembre de 1961 falleció Augusto Marzano, su abuelo, y fue el momento que Miguel, su padre, se hizo cargo de la banda. "Salían para todos lados juntos, mucho sacrificio. Se iban en colectivo que le faltaban vidrios, no tenían calefacción ni aire acondicionado", expresó.
La familia Gelfo/Marzano fue una fuerte influencia para la música popular de Córdoba. En su casa eran constantes las visitas de distintos artistas para pedir partituras de distintas canciones o algún consejo de la madre del cuarteto.
La música para Leonor era lo más importante. "Le gustaba asomarse a la ventana escuchando el disco de La Leo. Lo llevaba en la sangre", recordó.
Familia de artistas
La pionera del cuarteto no abandonaba su piano ni siquiera estando embarazada. En 1947, nació Marta y tres años más tarde lo haría Eduardo. Leonor siguió tocando incluso hasta un mes antes que nacieran sus hijos.
"La mami andaba a las corridas", recuerda Marta, lo que la llevó a tener que hacerse cargo de las tareas domésticas y de su hermano. Con 14 años se dedicaba a cocinar, arreglaba la casa y ayudaba a Eduardo con sus estudios: "Fui tratando que descansara un poco más. Los ayudé mucho", contó.
El retiro de Leonor
Un hecho familiar marcaría la decisión de Leonor para retirarse de los escenarios. El nacimiento de Martín, su nieto, fue el motivo definitivo para alejarse de la música. "Quería disfrutar de su nieto, fue la locura de ella", cuenta Marta.
Si bien ya no se presentaba en los bailes, el retiro no fue por completo. Poco a poco fue dejando su lugar en el piano, sólo participaba de las grabaciones.
El amor de abuela y nieto fue mutuo. Marta recuerda que Martín siempre mencionó que quería más a su abuela que su mamá. En una entrevista para Cuarteteando, el hijo de Carlitos Rolán mencionó: "La persona que más amé en mi vida fue Leonor".
La Leo, más presente que nunca
La hija de Leonor reflexiona sobre el movimiento artístico e histórico que generó su familia. Consciente de los logros que se pueden ver en la actualidad, lamenta la ausencia de su madre que no llegó a visualizar el "boom" del arte popular.
"Ahora hablás de Leonor Marzano y es distinto. Tantos homenajes que le hacen ahora, hubiera sido lindo antes, cuando ella estaba. Es un tunga tunga que nadie la puede imitar, ese acorde que tenía la mami en la mano izquierda nadie lo hace", cerró orgullosa.