Ocurrió en la ciudad china de Guangzhou. En un día de furia, el hombre de Corea del Sur, decidió destruir su Mercedes Benz S 63 AMG de 585 caballos de fuerza.
Al frente de la concesionaria, el dueño del Mercedes fue a reclamar por el mal funcionamiento y lo hizo con un palo de golf.
El auto tenía un desperfecto eléctrico y la compañía no se lo solucionaba.
El S 63 AMG en Europa supera los 150.000 euros.