En Inglaterra también pasa. Luego de que le amputaran la pierna equivocada a una mujer en una clínica de Berazategui, en el Gran Buenos Aires, se conoció un caso similar del otro lado del charco: un hombre que debía recibir una atención rutinaria fue circuncidado por error.
Ocurrió el año pasado en la ciudad de Leicester. Terry Brazier había asistido al hospital Leicester Royal Infirmary para que le inyectaran bótox en la vejiga, un tratamiento que ayuda a controlar la incontinencia urinaria. Además, debían realizarle una cistoscopia (inspección de la vejiga), pero se llevó una desagradable sorpresa.
Según contó el hombre de 70 años a Daily Star, estaba tan distraído conversando con el personal del lugar que no se dio cuenta que le estaban realizando un procedimiento diferente. "No sabían qué decir cuando descubrieron lo que habían hecho", contó.
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Hasta que decidieron soltar la verdad. "Lo siento, te hemos circuncidado", le dijeron a Brazier, según informó la BBC. Desde el hospital reconocieron su error, admitieron que no habían realizado los chequeos previos necesarios y pidieron "profundas y genuinas disculpas".
Pero no fueron suficientes para este abuelo. El paciente decidió iniciar acciones legales y ahora el centro de salud deberá pagarle 20 mil euros (más de un millón de pesos) como resarcimiento.