La aplicación de videollamadas Zoom surfrió un crecimiento exponencial desde el comienzo del aislamiento social preventivo y obligatorio. Un fenómeno que se repite en Argentina y el mundo.
Según los datos de la empresa, pasaron de tener 10 millones de usuarios diarios a 200 millones de videollamadas por día en las últimas semanas.
Este crecimiento también puso a prueba la seguridad de la app. Hasta ahora, los atacantes que buscan los puntos débiles pudieron robar información sensible como las credenciales, instalar algún tipo de malware –programa dañino para el sistema informático sin conocimiento del usuario-, hackear y acceder al micrófono y al video de la aplicación.
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Pero lo más llamativo fue que con una simple búsqueda se accedía a videos de teleconferencias que debían ser privadas: sesiones de terapia, reuniones de trabajo, clases online, etc. Así lo puso en evidencia una investigación del The Washington Post que reveló la gran cantidad de grabaciones de muchísimas reuniones realizadas en la plataforma que estaban disponibles en Internet sin requerimiento de clave o contraseña para acceder a ellas.
Otro punto sensible de la aplicación es lo que se conoce como Zoom bombing que significa el acceso sin permiso a las reuniones privadas. Este fenómeno se hizo conocido cuando personas sin identifcarse ingresaron a salas de clases virtuales que se estaban llevando adelante en Massachusetts, Estados Unidos y comenzaron a interferir en la comunicación y compartir archivos inapropiados.
Esta situación provocó que el propio CEO de Zoom, Eric Yuan emitiera un comunicado en el que asegura que dedicarán los recursos necesarios para “identificar, abordar y solucionar los problemas de manera proactiva” y se comprometieron a ser transparentes durante el proceso.
Entre las acciones realizadas por la aplicación, se modificaron las configuraciones predeterminadas de las cuentas, sobre todo educativas.
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En general, hay una serie de recomendaciones que se pueden seguir para utilizar de manera eficiente Zoom y proteger los datos y las videollamadas.
Algunas medidas de precaución a tener en cuenta:
*Seleccionar y configurar la videollamda de manera segura: definir y reconocer a los participantes, aplicar un código de ingreso, aceptar a cada uno desde la sala de espera y cerrar la reunión una vez que ingresaron todos los autorizados. Planificar además, en lo posible, que sólo el host pueda compartir pantalla.
*Definir dónde se alojará el video generado de la llamada. Zoom notifica a los participantes cuando se realiza la grabación pero lo importante es saber dónde quedará registrado. Si es en la nube, debe tener usuario y contraseña propio.
*Actualizar las aplicaciones. Muchas veces las correcciones de seguridad se realizan de esta manera y tener una versión anterior del sistema, es un riesgo.
*Capacitarse siempre que sea posible. El conocimiento y el manejo de la aplicación siempre garantizará mayor seguridad y efectividad.